Entre los beneficios que el acogimiento familiar de menores aporta a estos niños y niñas están:
Seguridad y apoyo incondicional
Cariño y entorno familiar estable
Desarrollo de valores basados en el respeto y la aceptación
Apoyo al desarrollo escolar y formativo
Falicitación de relaciones sociales e integración en el entorno
Atención individualizada y un clima libre de expresión de sentimientos
Pero no son sólo los más pequeños los que se benefician en esta situación, las familias acogedoras también crecen con esta experiencia y desarrollan sentimientos de solidaridad, tolerancia, generosidad, que son transmitidos a todos los miembros de su familia, teniendo gran importancia este hecho en los hijos e hijas de los acogedores.