
¿Conoces el círculo de seguridad?
El círculo de seguridad es una herramienta que facilita el apego seguro, pero no solo en la crianza, sino en todas las relaciones que mantenemos, pareja, familia, en nuestro trabajo… En todos los ámbitos.
Sus creadores, Hoffman, Cooper y Powell, trabajaban en los servicios sociales en América, y eran conscientes de las carencias en la crianza de las familias que se acercaban.
Después de muchas décadas de estudios e investigaciones relacionados con el apego seguro, volcaron todos sus esfuerzos en poder desarrollar una herramienta que fuera accesible y sencillas para todo tipo de familias.
Así nace el círculo de seguridad parental, cuyo objetivo es hacer que los niños y niñas se sientan seguros en la relación con sus adultos.
Para tu peque en acogida, tener clara una figura de apego que le aporte seguridad, así como, saber que puede explorar con total libertad y tranquilidad, y que, cuando lo necesite, pueda acudir para que le reconfortes o le ayudes, es la mejor manera en la que le podemos aportar a estos y estas menores, esa seguridad que será esencial para su desarrollo posterior.
Es una herramienta que tiene efectos a largo plazo en su desarrollo cognitivo, afectivo y social. Cuando un niño o una niña tiene en su historia, una persona que le ha proporcionado apego seguro, será más resiliente ante eventos estresantes o traumáticos.
Consta de 3 partes: las manos, la parte de arriba del círculo y la de abajo.
Las manos seríamos nosotras, las familias de acogida, esa base segura para la exploración y ese refugio seguro cuando necesiten volver.
La parte de arriba se refiere a los momentos de exploración, cuando el niño o la niña sale a explorar el mundo. Para esto, necesita que la persona que le acompaña esté cómodo o cómoda con esas salidas y que esté pendiente de él o ella por si fuera necesario protegerle, para que se alegre con su exploración, o incluso, le muestre confianza incondicional.
En la parte de abajo del círculo estaría relacionado con esos momentos que necesita llenar su taza, esa taza que se vacía ante una emoción complicada, haciendo que esté desregulado emocionalmente, cuando no es capaz de regularse por él o ella misma, necesita que seamos su cerebro auxiliar que le acompañe en transitar todas esas emociones, ayudándole así a corregularse.
Con el círculo puedes aprender a acompañar al peque que tengas en acogida, pero sobre todo, a acompañarte a ti, en todos esos momentos difíciles que te cuesta, ya sea en la exploración o en la vuelta. Ayudándote así a ser más grande, fuerte, sabia o sabio y bondadosa o bondoso.
¿Te gustaría saber más sobre el círculo de seguridad? Sigue atento y atenta a las próximas publicaciones.
Si te gustaría ser familia de acogida, recuerda que puedes ponerte en contacto con nosotros a través del siguiente botón.
En Alcores buscamos hogares con corazón, ¿nos abres el tuyo?
Deja una respuesta